Esta reflexión quiero que quede entre nosotros porque, en cierto modo, es dolorosa y a la vez motivadora.
Una de las personas que más admiro y me ha ayudado, me ha dicho:
«No te veo. Esos niños en las ollas no los termino de comprender.»
Así que, es ahora cuando más voy a trabajar, porque ya sabemos que cuando no nos terminan de comprender, lo más fácil, lo menos doloroso, es darnos de lado.
“Lo consiguió porque no sabía que era imposible.”